Hey!
Mari nunca tuvo una buena educación. Con padres negligentes, siempre estaba fuera de casa de fiesta y buscando formas de distraerse de su situación familiar. Con el tiempo descubrió que la mejor manera de alimentar sus vicios era vendiendo sexo, y así el ciclo continuó. Pero cuando tuvo a su hija, se dio cuenta de que quería darle la vida que nunca tuvo y por eso continúa su lucha. Por ella y por su hija.
Hey!

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